miércoles, 10 de marzo de 2010

DESPEDIDA DE LA HERMANA MARIELA

¡Como Custodia viva,

sé corazón en el Nazaret del Padre!


Queridas Madres de la Rama!

Quiero llegar a ustedes a través de esta cartita, para contarles que este año, el Padre ha dispuesto para mi un traslado a Paraguay, para trabajar allí con la Rama de Madres y las Profesionales. Por este motivo ya no estaré trabajando con ustedes.

Seguramente ustedes saben que estos cambios entre nosotros son normales, ya que el Padre previó que cada cierto tiempo se hagan cambios de Asesores para despertar nueva vida y complementar los acentos que cada uno, con su originalidad puede poner.

Les puedo decir que para mi esto es natural y me alegro por la nueva tarea que se me ha confiado. Pero no me resulta fácil despedirme de ustedes, ya que estos años en que hemos compartido tanto, ustedes me han llenado el corazón de alegría y han despertado mis mejores fuerzas y entusiasmo por la misión.

Quiero agradecerles de todo corazón por toda la confianza, la disponibilidad y el cariño que me han regalado en estos años como Asesora nacional de la rama. El Padre me ha hecho un regalo muy grande en ustedes. He aprendido muchísimo y me llevo el corazón colmado de rostros y corazones que arden por la misión que él nos ha confiado.

En estos años hemos podido vivir muchos acontecimientos hermosos, jornada y retiros que nos ayudaron a crecer y acercarnos más profundamente a nuestra Madre y a Dios.

Todo esto que hemos compartido, lo guardamos como un hermoso tesoro que ilumina nuestra entrega a la misión. Seguimos caminando juntas hacia el 2014, para regalarle al Padre una Rama que encarna la imagen de mujer que él quiere regalar a la Iglesia y al mundo.

La Hermana M. Bárbara asumirá mi tarea y estará a disposición de ustedes con mucho entusiasmo. No dejen de regalarle su confianza y disponibilidad para que ella pueda dar lo mejor de sí en la entrega a la misión con ustedes.

En la Jornada Nacional de Jefas podremos despedirnos. Allí le entregaré a la Hna. M. Bárbara a tarea como Asesora Nacional para que ella siga acompañándolas en el camino.

Confío en su la oración y ustedes pueden contar con la mía.

Permanecemos unidas en la entrega a la misión que el Padre nos ha confiado y en su corazón y en el corazón de nuestra Madre nos encontramos siempre.

Hna. Mariela

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