El Padre Kentenich nos ayuda a tomar decisiones según la
Fe Práctica en la Divina Providencia
Los cinco pasos…
1. Sentir un impulso del corazón, un deseo o una inspiración o que se presente un acontecimiento que nos lleve a querer tomar una decisión
2. Lograr una visión realista de la situación concreta
3. Silencio, oración y reflexión y tres noches de descanso profundo… callarse la boca…
4. Hablar o conversar con una persona de confianza, una persona madura, para exteriorizar lo pensado.
5. Tomar una decisión personal, libre, asumiendo todas las consecuencias.
Textos de Nuestro Padre y Fundador sobre la Divina Providencia
“La fe en la Divina Providencia configura, hasta en los más mínimos detalles, nuestra vida práctica. Todos y más que nadie nuestra juventud aquí presente, tenemos el fuerte impulso creador de apropiarnos de un estilo de vida, de una forma de vida original. Si queremos ser verdaderos hijos de Schoenstatt entonces una parte esencial de nuestro ser tiene que formar según la Fe práctica en la Divina Providencia. ¿Cómo es un estilo de vida práctica de ese tipo?
El hombre providencialista se encuentra en el mundo del más allá y maneja y configura el mundo del más acá. Es decir, está con ambos pies en el más allá y con ambos pies en el mundo del más acá. La gracia perfecciona la naturaleza, lo la destruye sino que la eleva. Para nosotros los schoenstattianos rige una ley: los hombres más sobrenaturales deben ser los más naturales.
Tres características del hombre providencialista:
1. El hombre con una visión clara, amplia y profunda: Gracias a la FPDP no ve las cosas sólo con ojos naturales, tiene un nuevo órgano visual: los ojos de Dios, ve todas las cosas de la vida diaria. Lo más importante es que aprendan a manejar su vida a la luz de la fe.
2. El hombre audaz: Tener el valor de arriesgar algo, de decidirse y de llevar a cabo lo decidido, a pesar de todas las dificultades. En la educación actual es de gran importancia orientarse a uno mismo y orientar a otros a decidir por sí mismos, a asumir responsabilidades. Tenemos que formar a un hombre que decida por sí mismo. El hombre se distingue de los animales por su libertad. La libertad tiene dos dimensiones: la capacidad de decisión y la capacidad de llevar a cabo lo decidido. Si la libertad interior no seremos personalidades fuertes que Dios pueda usar como instrumentos. El hombre providencialista camina por la vida sin mayor miedo, utiliza todas las inseguridades para encontrar seguridad en Dios, entregándose al Padre sin condiciones, sencillamente y como un niño.
3. El hombre alegre porque está seguro de la victoria: Es obvio decir que, en último término, Dios tiene que triunfar contra el demonio a pesar de todas las situaciones externas adversas. Por eso también resulta evidente para el hombre providencialista que en último término la victoria debe corresponder a su bandera, a la bandera de Cristo. ¡Solamente tiene que mantener viva la conciencia de ser instrumento!!”
1 comentario:
Gracias por publicar material del P. Kentenich, lo queremos tanto que es hermoso pode leer sobre él.
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