“Para acabar las cosas, hay que empezar a hacerlas. Parece una obviedad, pero ¡te falta tantas veces esta sencilla decisión!
“Pon en tu mesa de trabajo, en la habitación, en tu cartera.., una imagen de la Mater, y dirígele la mirada al comenzar tu tarea, mientras la realizas y al terminarla. Ella te alcanzará-¡te lo aseguro!- la fuerza para hacer, de tu ocupación, un diálogo amoroso con Dios”, o sea una profunda oración.
Al respecto, pienso en la importancia de ser constantes. Hay alumnos de gran capacidad intelectual pero que por falta de constancia obtienen resultados mediocres, mientras que otros que no son tan brillantes logran mejores calificaciones porque perseveran en el esfuerzo.
Otro aspecto de ser constantes se ve claramente cuando somos padres. A veces, al poner límites, nos cuesta mantener la palabra y de esta manera desorientamos a nuestros hijos, que notan la incoherencia entre lo que decimos y lo que finalmente hacemos.
Estos pensamientos también nos hacen reflexionar sobre las proyectos que encaramos llenos de energía y luego quedan truncos. A los cristianos nos sucede con bastante frecuencia en la vida espiritual: después de una buena reconciliación, un retiro o una charla formativa nos trazamos objetivos que después nos cuesta alcanzar por falta de constancia.
En este sentido, es mejor proponerse pocas metas y perseverar en ellas hasta alcanzarlas.
3 comentarios:
BUENISIMO, ME CUESTA MUCHO SER CONSTANTE CON LAS PENITENCIAS A MIS CHICOS
Me pasa mucho en el terreno espiritual. Y me hace sentir pésimo no poder cumplir los compromisos que asumo porque siento que le fallo a Jesús. Cualquier actividad me cuesta horrores por falta tiempo mental y físico (tengo 3 niños, una de ellas tiene 9 meses!). Y siento que todo lo que hago es poco (más teninedo en cuenta todo lo que he recibido) En fin, que sea Ella la que me conduzca y me haga ver el camino! Bendiciones para todas!
Muy buena reflexión, fuí y soy inconstante en forma constante durante toda mi vida, parece un juego de palabras, pero es así.
Trataré con la ayuda de la Mater de cambiar.
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