¿Qué es rezar?
Padre Nicolás Schwizer1. Si miramos al hombre moderno, vemos que trabaja, se afana, se ocupa. Y no tiene tiempo para Dios, para escucharlo, para conversar con Él, para hablarle, para rezar. ¡Qué poco tiempo dedicamos a la oración!
2. No se puede separar nuestro rezar de nuestra vida cristiana; siempre van juntas. San Agustín expresa esta relación interior entre vida de oración y vida cristiana de la siguiente manera: “Quien reza bien, vive bien”. Y por el contrario se puede decir: quien reza mal, vine mal.
A estos hombres San Alfonso les dice una palabra muy dura: “Quien no reza, quien deja de rezar, no debe ser condenado, porque ya está condenado”. Aún cuando no perdamos nunca la esperanza de salvación para estos hombres, sin embargo sentimos que la oración es absolutamente necesaria para un cristiano vital, para un hombre nuevo.
Nuestra oración es impersonal, cuando sólo es una repetición sin reflexión, cuando sólo es un mover de los labios, cuando no hay interés interior en lo que decimos exteriormente. Es lo que dice Dios al pueblo judío, por medio del profeta Isaías: “Este pueblo me honra con sus labios, pero su corazón está lejos de mí”. (Is 29,13)
De tal manera me uno a Dios en la oración con todo mi ser, toda mi vida, toda mi alegría, todos mis problemas.
Así nuestro orar quiere ser un hablar con toda naturalidad, o como nos enseña Santa Teresita - un “charlar espontáneo” con el Dios personal.
Así nuestro orar quiere ser un hablar con toda naturalidad, o como nos enseña Santa Teresita - un “charlar espontáneo” con el Dios personal.
Porque rezar con el corazón es signo de un amor maduro y de una vinculación profunda a Dios. Y a medida que el amor se vuelva más profundo, menos necesita de gestos y palabras, para expresarse. Necesita cada vez más la tranquilidad, para mirar simplemente, para amar en silencio.
Orar es detenerse, es darse tiempo para cultivar nuestra amistad con Dios. Una amistad verdadera surge lentamente: hay que tener paciencia pare amar, hay que saber hacer un alto.
Preguntas para la reflexión
1. ¿Cómo es mi diálogo con Dios?
2. ¿Cuánto hay de palabras y cuánto de corazón en mis oraciones?
Preguntas para la reflexión
1. ¿Cómo es mi diálogo con Dios?
2. ¿Cuánto hay de palabras y cuánto de corazón en mis oraciones?
No hay comentarios:
Publicar un comentario